La entrada en vigor de la nueva versión 4.0 del CFDI incorporó nuevos requisitos para considerarlos como completos y correctos. Entre otros, la definición del uso del CFDI, a la cual algunos contribuyentes no le otorgan la suficiente relevancia.

De acuerdo con el artículo 29-A fracción IV del CFF, los comprobantes fiscales digitales (CFDI) deberán contener: La clave del Registro Federal de Contribuyentes, nombre o razón social; así como el código postal del domicilio fiscal de la persona a favor de quien se expida, asimismo, se debe indicar la clave del uso fiscalque el receptor le dará al comprobante fiscal.

De acuerdo con el artículo 29-A fracción IV del CFF, los comprobantes fiscales digitales (CFDI) deberán contener: La clave del Registro Federal de Contribuyentes, nombre o razón social; así como el código postal del domicilio fiscal de la persona a favor de quien se expida, asimismo, se debe indicar la clave del uso fiscalque el receptor le dará al comprobante fiscal.

Correcta definición de uso

La eliminación de esta opción resalta la importancia de definir correctamente nuestras actividades económicas y de mantener una clara comunicación con nuestros clientes y proveedores para evitar errores en el llenado de las facturas.

Hoy en día, el SAT no le ha dado ninguna consecuencia fiscal al uso del CFDI, sin embargo, en una auditoría las autoridades pudieran negar una deducción de los bienes o mercancías, así como el acreditamiento de los impuestos incluidos en el CFDI correspondiente bajo el argumento del incorrecto uso fiscal. Esto ocurre frecuentemente en el caso de los activos fijos, cuando se clasifican como gasto y no como inversión, ya que las inversiones de activo fijo se deducen por depreciación, mientras que los gastos se deducen por el ejercicio.

Otro error común es no generar diferentes facturas para cada uso, ya que en una misma no se puede especificar diferentes usos fiscales para diferentes bienes o mercancías, de manera que podría no proceder su deducibilidad. En la actualidad, varios comercios no generan diferentes CFDIs para el mismo ticket de compra, por lo que se sugiere gestionar la compra con el proveedor de manera que los bienes o mercancías con un mismo Uso fiscal tengan su propio ticket. Asimismo, si existe discrepancia entre la descripción de los bienes, mercancías, servicio o del uso o goce señalados en el CFDI y la actividad económica registrada por el contribuyente en el RFC, la autoridad fiscal podrá actualizar sus actividades económicas y obligaciones al régimen fiscal que le corresponda (art. 29-A fracción V del CFF). A pesar de que los contribuyentes pueden meter una aclaración al SAT en caso de estar inconformes con la actualización, igual implica estar atentos a nuevas obligaciones.

Hay que considerar que, una vez emitido, no podrá modificarse la clave o uso del CFDI. En caso de que el receptor diera un uso diferente al señalado en el campo UsoCFDI, el SAT señala que se debe cancelar y sustituir por el CFDI que contenga la clave del UsoCFDI correcta, de acuerdo con la regla 2.7.1.29. de la Resolución Miscelánea Fiscal para 2022 y Anexo 20 “Guía de llenado de los comprobantes fiscales digitales por Internet” versión 4.0, publicada en el Portal del SAT.

Cancelar el CFDI tiene consigo otras obligaciones, como señalar el motivo de la cancelación y hacerlo a más tardar el mes en el cual se presenta la declaración anual del ejercicio correspondiente a dicho comprobante, por lo que esto también deberá tomarse en cuenta para evitar sanciones adicionales.

Claves

Recordemos que:

• Claves con “G” como letra inicial corresponden a la adquisición de mercancías, devoluciones, gastos.
• Claves con “I” como letra inicial corresponden a Inversiones (activos fijos).
• Claves con “D” corresponden a deducciones personales, que por su naturaleza son aplicables sólo a personas físicas.